Las mascarillas y guantes protectores contra la COVID-19 pueden ser un peligro si no se desechan correctamente

Las mascarillas y guantes protectores contra la COVID-19 pueden ser un peligro si no se desechan correctamente

El uso a nivel mundial de mascarillas y guantes como medidas de protección frente a la COVID-19 ha provocado un incremento en la generación de estos residuos cuando estos materiales ya han sido usados por la población.

Si bien el confinamiento de la población está dando lugar a la minimización de la contaminación urbana y una mejora de la calidad del aire, en el caso de Madrid y Barcelona un 73 y un 86% respectivamente[1], los expertos alertan de la posibilidad de que los materiales de protección como mascarillas y guantes acaben siendo un riesgo medioambiental.

Con motivo del Día Mundial del Reciclaje, implantado por la UNESCO para concienciar de la importancia de hacer un uso responsable de los recursos, queremos recordarte qué hacer cuando se acaba la vida útil de estos materiales.

 

¿Es obligatorio ponernos mascarilla y guantes?

El Ministerio de Sanidad[2] recomienda llevar mascarilla higiénica a la población sana para evitar la trasmisión del virus y colaborar en la disminución de la transmisión de este.

Su uso se recomienda cuando no es posible mantener la distancia de seguridad en el trabajo, en la compra, en espacios cerrados o en la calle. En el transporte público su uso es obligatorio desde el 4 de mayo.

En cambio, respecto a la utilización de guantes, el Ministerio de Sanidad[3] advierte de que un mal uso de estos puede provocar una falsa sensación de protección y ser contraproducentes. Por tanto, únicamente recomienda usar guantes de usar y tirar en los comercios para tocar los alimentos.

 

¿Qué hago con ellos después de su uso?

El Ministerio de Sanidad ha desarrollado una orden específica[4] en la que se indican las instrucciones para la gestión de estos residuos tanto en el ámbito hospitalario como en los generados en los domicilios.

En los hogares estos desechos, tanto si proceden de pacientes contaminados por la COVID-19 como si no, han de depositarse siempre en el contenedor de la basura no reciclable y nunca en los contenedores de recogida selectiva (contenedor amarillo, contenedor orgánico, contenedor de papel, contenedor de vidrio), o abandonarse en la vía pública.

Hay que tener en cuenta que estos residuos pueden estar contaminados por COVID-19 por lo que, tanto su abandono en la vía pública cómo depositarlos en contenedores equivocados, pueden poner en riesgo tanto a los viandantes como a los operarios encargados de su recogida y a los trabajadores de las plantas de selección y reciclaje.

 

¿Se pueden reciclar estos materiales?

En ambos casos existen de varios tipos, reutilizables y no reutilizables, por lo que tendremos que atender a las recomendaciones del fabricante y lavarlos de la manera que indica este. Si no lo son, es conveniente tirarlos de forma que no generen un peligro para la población ni para el medio ambiente.

Los expertos avisan de que se trata de materiales no degradables y, por tanto, altamente contaminantes, de ahí la importancia de desecharlos en los lugares apropiados.

Elvira Calvente, responsable de medio ambiente del Grupo Hospitalario HLA, nos recuerda que “estos materiales pueden ser un foco de contagio para la población. Además del peligro para la salud, al estar fabricados con material no biodegradable si no se gestionan correctamente y se abandonan pueden permanecer en la naturaleza (playas, océanos, vías fluviales…) cientos de años. La preocupación sobre su impacto ambiental es elevada y debemos evitar que su impacto se sume a lo que está ocurriendo con el abandono de otros plásticos en el medio ambiente”.

 

Recuerda:

  • La UNESCO implantó el Día Mundial del Reciclaje el 17 de mayo para concienciar de la importancia de hacer un uso responsable de los recursos
  • El abandono de las mascarillas y guantes en lugares no indicados puede provocar riesgos para la salud y el medio ambiente