¿Qué es el cáncer ginecológico y cuáles son los síntomas de alarma?
A veces se piensa que el cáncer es un padecimiento actual, sin embargo, el cáncer es una enfermedad conocida desde la antigüedad. Se produce por cambios anómalos en células sanas que las lleva a multiplicarse sin control, invadiendo tejidos y pudiendo afectar también a órganos vitales a distancia, lo cual puede derivar en la muerte de paciente, si no se trata a tiempo.
Los grandes avances en la lucha contra el cáncer empezaron en el siglo XIX, en el siglo XX se halló el origen celular de la enfermedad y las dos décadas de este siglo se han caracterizado por el desarrollo de nuevos tratamientos que permiten una “medicina personalizada”, lo que posibilitará con mucha probabilidad que ganemos la batalla al cáncer en un futuro muy cercano.
Lamentablemente, el cáncer sigue siendo todavía una de las principales causas de muerte y de sufrimiento para muchas familias golpeadas por esta enfermedad. Se estima que al año fallecen más de 8 millones de seres humanos a causa del cáncer, siendo los más frecuentes los de pulmón, hígado, colon y mama. El 70 % de estas muertes tienen lugar en países subdesarrollados o en vías de desarrollo, y no afectan de igual modo tampoco a hombres y mujeres.
Los cánceres “de la mujer”, que incluyen los de origen ginecológico (ovario, endometrio y cuello de útero) y el cáncer de mama suponen cuatro de los seis cánceres más frecuentes en la población femenina, siendo el de mama el número uno. Sin embargo, la mortalidad en España por tumores malignos es mucho mayor en varones, y esto se debe con total probabilidad a los programas de detección precoz del cáncer en la mujer.
Aparición del cáncer
La palabra cáncer deriva de carcinos (cangrejo en griego), en alusión a la forma en la que el cáncer de mama invade los tejidos de alrededor, con una forma parecida a la de un cangrejo. El cáncer es una enfermedad genética, causada por la acumulación de cambios conocidos como mutaciones, que afectan a ciertos genes y llevan a la alteración del normal funcionamiento celular, produciéndose una proliferación descontrolada. El proceso por el cual una célula se convierte en cancerosa (oncogénesis), está provocado por muchos factores conocidos y algunos otros desconocidos aún.
¿Cuáles son estos elementos? Se llaman agentes carcinogénicos y se agrupan en tres categorías:
- Sustancias químicas, por ejemplo contenidas en alimentos contaminados, hormonas, agentes químicos de exposición laboral, el tabaco o el alcohol.
- Radiaciones ionizantes: accidentes nucleares, exposición prolongada al sol.
- Agentes biológicos: virus y bacterias
También es posible que algunas personas nazcan con mutaciones hereditarias que predisponen al cáncer, pero esto solo pasa en un 5% de los casos.
Cáncer ginecológico
Los cánceres ginecológicos, representan cuatro de los seis cánceres más frecuentes que sufren las mujeres. El de mama es el primero, el de endometrio el tercero, el de cuello de útero es el cuarto y el de ovario ocupa el sexto lugar.
Sin embargo, si consideramos los casos de muerte en general por estos cánceres, encontramos que son mucho menos agresivos que otros más propios de los hombres, ya que la detección precoz facilita el tratamiento y la curación.
Los factores de riesgo del cáncer ginecológico son similares a los que hemos comentado para los tumores malignos anteriormente. Los casos hereditarios aparecen en algunas ocasiones, especialmente en los cánceres de mama y ovario, pero no son muy frecuentes.
Un factor muy bien estudiado es la infección por el virus de papiloma humano, que actualmente se considera el principal factor en el cáncer de cuello de útero. Otra causa demostrada es la exposición prolongada a hormonas, en el cáncer de endometrio. En el cáncer de mama influyen otros muchos factores, muchos de ellos son aún desconocidos. También es importante que algunos tipos de cáncer son precedidos de las llamadas lesiones premalignas, como por ejemplo las hiperplasias y displasias que, si se tratan a tiempo, evitan la aparición del tumor.
En algunos cánceres es posible y crucial la prevención mediante cribado o diagnóstico precoz que persigue detectar los tumores malignos en las fases más iniciales, puesto que la posibilidad de curación está relacionada con la extensión de la enfermedad. Por eso es muy importante, si es posible, diagnosticar los tumores o las lesiones premalignas antes de que ocasionen síntomas. Pero también hay algunos síntomas cuya manifestación debe servir de alarma para acudir al médico lo antes posible. Vemos cuáles son:
- Nódulo palpable en la mama o en la axila.
- Secreción sanguínea por el pezón.
- Pérdidas de sangre o flujo sanguinolento fuera de la menstruación o tras relaciones sexuales.
- Sangrado después de la menopausia.
- Molestias o presión en la zona baja del vientre.
- Úlcera, nódulo, picor o quemazón en la zona de la vulva.
Ante cualquiera de estos síntomas que se presenten de forma prolongada en el tiempo y ante cualquier duda debemos acudir al ginecólogo habitual, quien será el encargado de realizar un examen médico para identificar o descartar un posible tumor.
Recuerda
- El cáncer ginecológico y de mama son los cánceres más frecuentes en la mujer.
- La prevención pasa por la visita regular de prevención al ginecólogo y también al más mínimo síntoma. La prevención es muchas veces curación.
- Conocer y evitar los factores de riesgo del cáncer ginecológico puede salvar vidas
Fuente: “La lucha contra el Cáncer. En busca de una cura definitiva”. Prof J. L. García Puche. Ed. National Geographic, 2018