¿Son diferentes los síntomas del ictus en las mujeres?

Los ictus, aunque sean graves, se pueden prevenir en un alto porcentaje. Conocer e identificar sus síntomas, así como saber cómo reaccionar, es clave para minimizar su impacto en la calidad de vida de las personas. Aunque se pueden producir tanto en hombres como en mujeres, existen ciertas peculiaridades. El hecho de que los principales factores de riesgo sean más frecuentes en mujeres y que ellas tarden más en reaccionar ante los síntomas implica que sean más vulnerables al accidente cerebrovascular.

¿Qué es el ictus y cuáles son sus síntomas en mujeres?

El ictus, también llamado accidente cerebrovascular, es una enfermedad que consiste en la alteración del flujo de sangre que llega al cerebro. Esta reducción del flujo sanguíneo se puede producir de dos formas diferentes:

• Por la rotura de un vaso sanguíneo. En este caso, se hablaría de ictus hemorrágico.
• Fruto de la obstrucción de una vena, arteria o vaso sanguíneo del cerebro, lo cual recibe el nombre de ictus isquémico.

Anteriormente, el ictus era considerada una enfermedad del aparato circulatorio, pero  la OMS ha incluido recientemente al accidente cerebrovascular en la categorización de enfermedad del sistema nervioso.

Los ictus se presentan tanto en mujeres como en hombres y los síntomas más habituales son:

1. 1. Parálisis facial.
   2. Pérdida de fuerza, sobre todo en uno de los hemisferios del cuerpo.
   3. Problemas en el habla o comprensión.
   4. Dolor repentino y agudo de cabeza sin motivo alguno.
   5. Pérdida de visión.
   6. Menor sensibilidad u hormigueo en el cuerpo.

En caso de experimentar alguno de estos síntomas, es necesario acudir lo antes posible a un centro hospitalario o llamar al 112. Actuar a tiempo es la principal clave del abordaje del ictus ya que permite recibir el tratamiento adecuado, descender la mortalidad y reducir al máximo las posibles secuelas asociadas al ictus.

¿Por qué las mujeres deben prestar especial atención a los síntomas del ictus?

El ictus se produce tanto en mujeres como en hombres, pero existen una serie de particularidades. Las mujeres son más vulnerables al ictus que los hombres por lo que deben prestar especial atención a sus primeros síntomas.

Las tres principales aspectos que afectan a las mujeres son:

• En España se estima que se producen 120.000 casos de ictus al año. La incidencia en hombres y mujeres varía según el tramo de edad analizado. Aunque el ictus se puede producir a cualquier edad, el accidente cerebrovascular aparece de media a partir de los 65 años. A partir de esta edad la incidencia del ictus en mujeres se dispara superando a la de los hombres.
• Los ictus son más letales en las mujeres. Según el Atlas del Ictus en España elaborado por diversas instituciones (entre ellas, la Sociedad Española de Neurología), el ictus es la primera causa de muerte en mujeres y la tercera en hombres.
• Más secuelas y más graves en mujeres. Según diversas estimaciones, 2 de cada 3 personas que han sufrido un ictus presentan algún tipo de secuela. Estas personas se ven limitadas en su día a día, pues al no poder hacer frente a sus actividades cotidianas, tienen que hacer uso de los servicios asistenciales a domicilio. Los pacientes que requieren mayor asistencia domiciliaria tras un ictus son las personas mayores y las mujeres.

 

4 motivos que explican las peculiaridades del ictus en las mujeres

Existen diferentes motivos que explican estas diferencias del ictus en hombres y mujeres:

1. Diferencias biológicas como son las alteraciones hormonales. Por ese motivo, según el tramo de edad analizado, la incidencia varía. Si se compara la franja de edad que corresponde a la edad fértil de la mujer con la del hombre, la incidencia de ictus en mujeres es menor que la de los hombres. Sin embargo, tras la menopausia, la incidencia en mujeres se dispara.
2. La fibrilación auricular es el desencadenante de 1 de cada 5 ictus. La presencia de esta arritmia (alteración del ritmo cardíaco) multiplica por 5 el riesgo de ictus. A su vez, el tipo de fibrilación auricular más común causa los ictus más letales y con secuelas más graves.
3. Además de la fibrilación auricular, otros factores de riesgo determinantes en el ictus como la diabetes, la hipertensión arterial o el estrés, son más prevalentes en la mujer en comparación con el hombre.
4. El tiempo de reacción ante los primeros síntomas es otro de los motivos que explican las diferencias del ictus en las mujeres. Por lo general, bien sea por desconocimiento, bien por no darle su importancia real, las mujeres tienden a ignorar los síntomas más que los hombres. Esto implica que las mujeres no reaccionen a tiempo ante los primeros síntomas del ictus, factor clave en su supervivencia y en las secuelas.

 

Prevención del ictus

A pesar de su gravedad, el ictus es una enfermedad altamente prevenible. Se estima que 8 de cada 10 ictus se pueden evitar. Para ello, los expertos recomiendan:

• Seguir una alimentación sana, variada, equilibrada y específica a las necesidades nutricionales.
• Practicar una actividad física con regularidad para evitar el sedentarismo, uno de los factores de riesgo en el ictus.
• No fumar.
• Reducir considerablemente el consumo de alcohol.
• Adecuada gestión del estrés.
• En caso que se presenten ciertas condiciones de riesgo como la diabetes o la fibrilación auricular, es necesario un adecuado control o seguimiento de las mismas. Por ejemplo, en pacientes con fibrilación auricular es de vital importancia un control de la coagulación.
• Acudir a las revisiones periódicas.
• Ante los síntomas de sospecha de ictus, tanto en el caso de las mujeres como de los hombres, es conveniente no ignorarlos, sino valorarlos y acudir al médico si es necesario lo antes posible.

 

Prevenir el ictus desde la neuropsicología

En el siguiente vídeo se explica cómo se puede prevenir el ictus desde el punto de vista neuropsicológico:

Recuerda:

• El ictus o accidente cerebrovascular es una reducción del flujo sanguíneo al cerebro como consecuencia de la rotura u obstrucción de una vena, arteria o vaso sanguíneo.
• Las alteraciones hormonales, los factores de riesgo o el tiempo de reacción de las mujeres ante los síntomas del ictus provoca que en ellas el accidente cerebrovascular sea más letal o grave.
• Sin embargo, 8 de cada 10 ictus se pueden evitar a través del seguimiento de un estilo de vida saludable, la práctica de ejercicio físico y un adecuado control y seguimiento de las patologías de riesgo.