histerectomia

Todo lo que necesitas saber sobre la histerectomía

Una histerectomía es una cirugía que consiste en la extirpación del útero. Se trata de una de las intervenciones ginecológicas más frecuentes: solo en España, se realizan unas 50.000 al año. Estas pueden realizarse de manera total, es decir, eliminando tanto el cuerpo como el cuello uterino, o de forma parcial, donde se deja intacto el cuello del útero.

En otros casos, además de la extirpación del útero, se realiza también la salpinguectomía, que implica la extirpación de las dos trompas de Falopio. Sin embargo, es importante señalar que la histerectomía no siempre incluye la extracción de los ovarios. Esta decisión depende de varios factores, como la edad de la paciente o la presencia de alguna patología ovárica asociada.

¿En qué casos se hace la histerectomía?

Existen distintos casos en los que el profesional sanitario puede recomendar la realización de una histerectomía. Estos son algunos de los más comunes:

  • Miomas uterinos: estos son tumores benignos que aparecen en el útero. Según el caso, puede recomendarse esta cirugía para su tratamiento.
  • Endometriosis: en esta enfermedad, el tejido que recubre el útero crece fuera de él, causando dolor y otras complicaciones. De ahí que se pueda indicar esta intervención para abordarla.
  • Prolapso uterino: consiste en el descenso del útero debido a la debilidad de los músculos del suelo pélvico. En ciertas pacientes, la histerectomía puede suponer una solución a este problema.
  • Sangrado uterino anormal: cuando otros tratamientos no logran controlar el sangrado excesivo, los especialistas pueden recomendar esta cirugía para controlarlo.
  • Dolor pélvico crónico: si no responde a otros tratamientos, puede que los profesionales sanitarios recomienden la histerectomía para su tratamiento.

En casos de cáncer ginecológico, como los de ovario, endometrio o cérvix, este procedimiento puede ser necesario para eliminar completamente los tejidos cancerosos y evitar la propagación de la enfermedad.

¿Cómo se hace una histerectomía?

Existen varias técnicas para realizar una histerectomía, dependiendo del caso y las características de cada paciente. Estas son las principales:

  • Histerectomía vaginal: es una técnica en la que la extirpación del útero se realiza a través de la vagina, lo que evita cicatrices visibles en el abdomen. Es la opción más utilizada en casos de prolapso uterino y cuando el acceso por esta vía es viable.
  • Histerectomía abdominal: la cirugía abdominal es otra opción para acceder al útero. Dentro de esta técnica se distinguen:
    • Cirugía abierta: implica una incisión amplia en el abdomen, ya sea transversal por encima del pubis o vertical desde el ombligo. Se utiliza en mujeres con úteros de gran tamaño o en algunos casos de cáncer.
    • Laparoscopia: es un método mínimamente invasivo que requiere pequeñas incisiones en la pared abdominal para introducir un laparoscopio (un tubo delgado con una cámara). Esta técnica permite una recuperación más rápida, menos dolor y menor riesgo de complicaciones.
  • Técnica V-Notes: combina los beneficios de la cirugía vaginal y laparoscópica, realizando la intervención a través de la vagina con instrumentos laparoscópicos. Este enfoque minimiza el dolor posoperatorio y reduce el tiempo de recuperación, además de evitar cicatrices visibles.
  • Cirugía robótica: esto es, el uso de brazos robóticos controlados por el cirujano. Se trata de una opción que ofrece una elevada precisión y que se ha demostrado su valor en casos complejos.

Por último, cabe recordar que la extirpación del útero es un procedimiento que puede generar emociones contradictorias en la mujer. Por un lado, suelen experimentar alivio al liberarse de síntomas dolorosos o debilitantes. Sin embargo, también convive la pérdida o duelo por la incapacidad para tener hijos, afectando a la identidad o bienestar emocional. Por ello es importante contar con un equipo de profesionales que aborde de forma integral esta intervención.

Recuerda que:

  • La histerectomía es una cirugía que implica la extirpación total o parcial del útero, y en algunos casos, de las trompas de Falopio.
  • Se recomienda en casos de miomas, endometriosis, prolapso uterino, sangrado anormal, dolor pélvico crónico o cáncer ginecológico.
  • Existen varias técnicas quirúrgicas, como la histerectomía vaginal, abdominal, laparoscópica, V-Notes y robótica.