
¿Qué es la cesárea acompañada?
Una cesárea es un procedimiento quirúrgico que, a diferencia del parto vaginal, se realiza en un quirófano bajo estrictas medidas de seguridad. Por este motivo, tradicionalmente no se permite la presencia de acompañantes, lo que puede hacer que la madre viva el nacimiento de su bebé con cierta ansiedad o sensación de soledad. En este contexto, y con el objetivo de humanizar la experiencia, ha surgido la cesárea acompañada.
Este protocolo permite que la madre esté acompañada del otro progenitor u otra persona de su confianza durante la intervención siempre que se cumplan ciertos requisitos médicos. De esta manera, se le ofrece un mayor apoyo emocional y se facilita un ambiente más cálido, sin comprometer la seguridad del proceso quirúrgico.
Requisitos para la cesárea acompañada
Es importante tener en cuenta que no todas las cesáreas permiten la presencia de un acompañante. Para garantizar la seguridad de la madre y el bebé, se han establecido criterios específicos que deben cumplirse. Estos son algunos de ellos:
- La cesárea debe ser programada y no de urgencia.
- Se debe utilizar anestesia regional (raquídea o epidural), no anestesia general.
- El embarazo debe ser de bajo riesgo obstétrico, sin patologías previas.
- El bebé debe estar en una gestación de más de 37 semanas y sin diagnóstico de complicaciones.
En caso de presentarse situaciones de riesgo médico, el ginecólogo o anestesista pueden solicitar que el acompañante abandone el quirófano. Además, este protocolo no se permite en situaciones como embarazos múltiples, casos de placenta previa, inestabilidad materna o fetal o si el bebé pesa menos de 2 kilos.
3 beneficios clave de la cesárea acompañada
La posibilidad de la cesárea acompañada transforma por completo la experiencia del parto y nacimiento. Estos son los 3 principales beneficios de este protocolo:
- Mayor sensación de calma y seguridad: la presencia de una persona de confianza ayuda a reducir el estrés y la ansiedad de la madre durante y después la intervención.
- Participación del acompañante: aunque no puede intervenir en el procedimiento, su cercanía permite que la madre se sienta arropada en todo momento.
- Facilitación del contacto piel con piel: la cesárea acompañada agiliza el primer contacto entre la madre y el bebé. Esto favorece la regulación térmica del recién nacido y el inicio del vínculo afectivo.
- Refuerzo del vínculo familiar: la posibilidad de compartir el momento del nacimiento contribuye a una experiencia más positiva para ambos progenitores.
Con este enfoque, algunos hospitales del Grupo HLA han querido seguir apostando por la humanización del parto. Es el caso del hospital HLA Mediterráneo, que aboga por el bienestar y la experiencia emocional de la madre y el bebé, siendo pionero en otras iniciativas similares como el parto piel con piel.
Recuerda:
- La cesárea acompañada permite que la madre esté acompañada por una persona de confianza durante la intervención.
- Para garantizar la seguridad, la cesárea debe ser programada, de bajo riesgo y realizada con anestesia regional, entre otros requisitos.
- Este protocolo permite humanizar la experiencia de la cesárea, ya que permite que la madre esté más tranquila, entre otros beneficios.

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