Cáncer de mama durante el embarazo: diagnóstico y tratamiento

El cáncer de mama es el tumor maligno más diagnosticado durante el embarazo, lactancia o tras el parto, alrededor del 40% .  Entran en esta consideración los tumores que se diagnostican durante el embarazo, en el primer año desde el parto o en cualquier momento de la lactancia.

Se estima que su incidencia se sitúa en una de cada 3.000 mujeres gestantes. Es decir, es un evento raro. Otra referencia sobre esta rara asociación es que se da entre  15 y 35 de cada 100.000 partos y es menos frecuente durante el embarazo que durante el primer año postparto. El retraso en la edad de la programación del embarazo parece estar aumentando su incidencia. Sin embargo, el embarazo no supone un factor de riesgo que implique la aparición de un tumor maligno en un seno. Es decir, no hay más riesgo de cáncer de mama por estar embarazada, ni el embarazo en sí mismo empeora el pronóstico.

El problema está en que los cambios fisiológicos en los senos (tamaño y densidad) que produce el embarazo pueden dar lugar a que se retrase el diagnóstico del cáncer de mama y  se produzca en estadios más avanzados.

Con todo ello, el cáncer de mama durante la gestación no implica que haya que interrumpir el embarazo, y no hay datos que apoyen que la interrupción del embarazo mejore el pronóstico. Sin embargo, esta es una decisión personal que se puede plantear en los casos en los que se considere la quimioterapia en el primer trimestre.

Tampoco existen evidencias de que el cáncer afecte al feto o recién nacido. Sin embargo, sí existen tasas más altas de prematuridad inducida, con el objeto de iniciar o completar en tratamiento.

 

 

¿Cómo se diagnostica el cáncer de mama durante el embarazo?

Con el objetivo de propiciar un diagnóstico precoz, se deben realizar revisiones durante el embarazo. La presentación es igual que en las mujeres no embarazadas, con aparición de un nódulo o engrosamiento en la mama. El médico siempre debe prestar atención a cualquier cambio o hallazgo referido por la embarazada y descartar la presencia de un tumor, aunque en la mayor parte de los casos este será benigno. El método de diagnóstico es igual que en las mujeres no embarazadas, aunque con algunas particularidades como:

  • Mamografía. No se debe considerar la prueba de inicio del estudio, pero no está contraindicada. Si se justifica la indicación se utilizarán sistemas de protección sobre el abdomen. La sensibilidad y la capacidad diagnóstica, se ven disminuidas por los cambios de la mama en el embarazo, pero conserva una sensibilidad suficiente y en algunos casos se puede justificar su uso.
  • Ecografía. Es la técnica diagnostica más común, ya que no emite ningún tipo de radiación. Se debe considerar siempre como la primera opción para el estudio de un nódulo o masa mamaria durante el embarazo.
  • Resonancia Magnética. No se considera una prueba rutinaria, además para una buena sensibilidad es necesario el uso de contraste, Gadolinio, que puede producir daño al feto si se usa durante el primer trimestre. Se debería evitar durante todo el embarazo.
  • Biopsia. Es la prueba concluyente para el diagnóstico y se debe plantear siempre, ante un nódulo sólido en la ecografía y más si es de reciente aparición. No hay diferencia entre una mujer embarazada o no embarazada para su realización.

 

 

Tratamiento del cáncer de mama en mujeres embarazadas

En el abordaje del cáncer de mama existen diferentes opciones terapéuticas. Todas ellas enfocadas a ofrecer un tratamiento especifico, personalizado y adecuado para cada caso.

En el caso de las mujeres embarazadas, el abordaje del cáncer de mama durante el embarazo depende de varios factores:

  • El estadio del cáncer, es decir, la fase en la que se encuentra el tumor, si está localizado en la mama o se ha diseminado a otras partes u órganos del organismo.
  • El tamaño del tumor.
  • El tipo de cáncer de mama.
  • El mes de gestación.
  • El estado de salud del paciente.

 

El manejo del cáncer de mama es el mismo en la mujer embarazada y fuera del embarazo, con alguna particularidad para proteger al feto. Se basa en los mismos tipos de tratamiento: cirugía, quimioterapia y radioterapia. Podríamos decir que utiliza las mismas guías clínicas, y el embarazo en sí mismo no debería suponer importantes retrasos en el tratamiento.

  • Cirugía. Junto con el uso de radioterapia, se incluye en lo que conocemos como tratamiento locorregional. La técnica más común es la mastectomía radical (extirpación de todo el seno) incluso en estadios precoces y siempre que la paciente continúe con el embarazo. En caso de técnicas conservadoras, (extirpación de sólo la parte que contiene el cáncer) sería necesario combinarlo con la administración de radioterapia tras la operación. Se trata de un tratamiento contraindicado durante el embarazo. Eso sí, si el estadio de la enfermedad no es muy avanzado y se puede demorar la radioterapia para después del embarazo, es posible recurrir a esta cirugía conservadora, lo cual es más probable cuando el diagnóstico del cáncer se produce en el tercer trimestre. El tratamiento quirúrgico sobre la axila, también será el mismo que fuera del embarazo. Las cirugías reconstructivas suelen hacerse de forma diferida, después del embarazo.
  • Quimioterapia En el caso de que fuera necesaria, nunca debe administrarse durante el primer trimestre del embarazo. Esto se debe a que los fármacos utilizados podrían afectar al feto y dar lugar a malformaciones (teratogénesis). Después del primer trimestre, la relación entre las malformaciones y la quimioterapia no está considerada como de riesgo elevado. La quimioterapia debe interrumpirse entre 3 y cuatro semanas antes del parto, por los efectos sobre los leucocitos y plaquetas, y el riesgo que esto puede suponer en ese momento. Se reiniciara después.
  • Hormonoterapia y terapias “diana”. Los tratamientos “hormonales” y aquellos específicos para los tumores HER2 positivos, terapias dirigidas. Las terapias “diana” no se usarán durante el embarazo.
  • Radioterapia. Es un tratamiento que se deja en espera hasta después del parto. Se realiza tras la conservación del seno con el objetivo de reducir el riesgo de recaída. La espera hasta el final del parto por se debe a las altas dosis de radiación que pueden afectar severamente al feto, producir abortos no deseados, defectos congénitos, lento desarrollo o cáncer infantil.

 

La mayoría de las pacientes, el 70%, recibirá algún tipo de tratamiento antes del parto,  casi el 30% cirugía y el 40% quimioterapia. La mayoría de los embarazos, el 90%, concluyen en un parto normal, pero con una tasa de prematuridad elevada de hasta el 45%. La incidencia de malformaciones es la misma que en la población general.

 

 

Dudas habituales de las embarazadas con cáncer de mama

Tener cáncer de mama durante el embarazo tiene un impacto emocional y físico en el paciente considerable. Las inquietudes más comunes que suelen formular las mujeres embarazadas a sus oncólogos son:

  • ¿Es seguro administrar anestesia durante el embarazo? La anestesia no supone un riesgo para el feto ya que la paciente estará asistida por un anestesista que cuidará en todo momento de la madre y el feto.
  • ¿Puedo amamantar al bebe durante el tratamiento posterior al embarazo? Por lo general, los médicos desaconsejan la lactancia si la madre va a recibir tratamiento basado en quimioterapia o radioterapia.
  • ¿El comportamiento del cáncer varía por el embarazo? La mayoría de los estudios afirman que el comportamiento del cáncer, diagnosticado en la misma etapa, no varía por el embarazo. Sí que el embarazo puede dificultar el diagnóstico por el aumento de la densidad de los senos.

 

 

Recuerda:

  • El cáncer de mama es el tumor más frecuente en mujeres embarazadas, sin embargo, se estima que solo afecta a una de 3.000 mujeres gestantes aproximadamente.
  • El tratamiento se basa principalmente en los mismos criterios que fuera del embarazo, con las particularidades descritas sobre la cirugía y el resto de las modalidades.
  • Es posible que se decida programar o adelantar el parto, para iniciar o completar el tratamiento lo antes posible.
  • La mastectomía o extirpación de todo el seno es la cirugía más realizada.
  • Como norma general no se recomiendaamamantar al bebé tras el parto, menos aun si se va a recibir quimioterapia o radioterapia.