Quiero ser vegano ¿Qué necesito saber?
En este post te damos las claves para ser vegano, una práctica alimentaria en la que destaca la ausencia completa de productos de origen animal, aprendiendo a alimentarte evitando riesgos en la salud a largo plazo.
Claves para ser vegano
Antes de comenzar una dieta vegana o de cambiar nuestros hábitos de forma permanente es importante informarse adecuadamente y saber cómo hemos de prepararnos psicológica y nutricionalmente.
Convertirse en vegano implica modificar casi completo nuestro patrón alimentario, lo que conlleva cambios en el funcionamiento de nuestro organismo.
Es importante tener en cuenta esto para adaptarnos adecuadamente al cambio de dieta.
Al principio es posible sentir debilidad o la tensión baja, ya que nuestro cuerpo está acostumbrado obtener energía con otros alimentos.
Asimismo, la sustitución de proteínas y grasas animales puede producir en una primera instancia dolor de cabeza, acné, cansancio e irritabilidad, causada por una falta de vitamina B12.
Por último, es posible experimentar sensación hinchazón, gases y movimientos intestinales excesivos por el aumento de fibra ingerida.
Es importante adaptarse correctamente a la dieta vegana y aprender a alimentarse de manera que evitemos riesgos en nuestra salud a largo plazo.
Por ello, es importante contar con un dietista-nutricionista o endocrino que nos ayude a aprovechar al máximo los alimentos que incluye una pirámide alimenticia vegana.
Aportes nutricionales en el veganismo
Estos son los aportes nutricionales que hay que tener en cuenta para llevar una nutrición adecuada:
- Vitamina D: la ausencia de alimentos de origen animal deriva en déficits en vitamina D. Para compensarlo es suficiente exponer las manos, cara y brazos al sol 15 minutos cada día.
- Suplemento de vitamina B12: ya que solamente se encuentra presente en alimentos de origen animal y sirve para evitar el desarrollo de enfermedades como la anemia perniciosa.
- Hierro: es aconsejable alimentarse de legumbres y vegetales de hoja verde ricos en hierro para suplir esta carencia.
- Calcio: la masa ósea puede verse disminuida por la falta de calcio y causar problemas de salud en músculos y nervios.
- Omega-3: es un tipo de grasa saludable que contiene el pescado azul, esencial para nuestra actividad cerebral, visual y cardiaca.
Cuando una dieta vegana está bien planificada es más sencillo adaptarse a la misma.
Igualmente, hay que tener fuerza mental y capacidad de adaptación ante los cambios en el organismo que supone la dieta vegana para mantenerla a largo plazo.
Una vez planificado y mentalizado el reto podrá ser más sencillo cambiar de hábitos alimenticios.
De hecho, puede llegar a ser un beneficio para la salud, puesto que, las dietas veganas bien planificadas reducen el riesgo de obesidad, hipertensión arterial, diabetes, colesterol y algunos tipos de cánceres.
Recuerda:
• Para convertirse en vegano debe llevarse a cabo una minuciosa planificación alimentaria con ayuda de un especialista
• Hay cambios que nuestro cuerpo puede notar al cambiar de dieta. Es importante saber adaptarse a ellos para no renunciar a la nueva dieta vegana establecida
• Es necesario detectar las carencias nutricionales que puede conllevar eliminar los productos cárnicos para sustituirlos por otras fuentes vegetales.