Síndrome fatiga crónica

¿Cómo saber si padeces el síndrome de fatiga crónica?

Sensación de agotamiento, dificultad para realizar actividades cotidianas como asearse o cocinar, problemas de concentración… son síntomas  que podrían estar relacionados con el síndrome de fatiga crónica.

Se estima que el síndrome de fatiga crónica afecta a casi 200.000 personas en nuestro país, sobre todo  personas entre 40 y 60 años, con mayor incidencia en mujeres y raza blanca.  Nueve de cada diez desconocen que lo tienen . La complejidad de este síndrome y sus múltiples causas podrían explicar su infradiagnóstico.

 

 

¿Qué es el síndrome de fatiga crónica y cuáles son sus peculiaridades?

El síndrome de fatiga crónica (SFC) es una enfermedad grave, compleja y de larga duración. Se caracteriza principalmente por la presencia de cansancio (fatiga) sin causa aparente que se prolonga durante al menos seis meses. Aunque comúnmente se le denomina síndrome de fatiga crónica también es posible referirse al SFC con otras acepciones como encefalomielitis miálgica.

Su complejidad reside en dos aspectos fundamentales. Por un lado, la amplitud de síntomas que se pueden presentar tanto a nivel físico como mental, todos ellos de alta intensidad. Por otro lado, el desconocimiento de sus causas, ya que, a día de hoy, sigue sin saberse con exactitud qué provoca este síndrome.

 

Principales síntomas relacionados con el síndrome de fatiga crónica

Como se ha comentado anteriormente, el SFC presenta una variabilidad de síntomas tanto a nivel físico como mental. A nivel físico, las personas afectadas con este síndrome suelen experimentar:

  • Agotamiento o cansancio de alta intensidad.
  • Dolor crónico. Es posible experimentar dolor de cabeza o cefalea y, en casos más extremos,  migraña. El dolor de garganta, muscular o en las articulaciones también es habitual en personas afectadas por este síndrome.
  • Inflamación de ganglios, principalmente los situados en la zona del cuello.
  • Mareos, principalmente al efectuar movimientos como incorporarse de la cama o de un asiento.
  • Problemas para conciliar el sueño.
  • Febrícula.

El SFC también puede afectar a nivel mental o psicológico, los síntomas más frecuentes son:

  • Deterioro cognitivo. Los problemas de concentración o falta de memoria también suelen ser una señal de encefalomielitis miálgica.
  • Limitación de actividades. Debido a la presencia de dolor constante e intenso es habitual que las personas afectadas por el síndrome de fatiga crónica se vean limitadas en tareas cotidianas. Del mismo modo, es posible que la vida social, laboral, familiar o personal se vea afectada.
  • Aislamiento social, que agudiza la sensación de soledad o incomprensión.
  • Alta incapacidad debido a la intensidad con la que se presentan los síntomas. Diferentes estudios sostienen que al menos 1 de cada 4 personas con SFC, tiene que pasar largas temporadas sin salir de casa debido a la enfermedad.

¿Por qué se produce el SFC?

Todavía se desconoce con exactitud qué provoca la aparición del síndrome de fatiga crónica. Aunque existen indicios de que varios condicionantes, incluso de forma conjunta, puedan ocasionar este tipo de síndrome. Entre éstas, se encuentran:

  • Infección. Se ha observado que existen una mayor prevalencia del síndrome de fatiga crónica en personas que han tenido infección provocada por el virus del herpes , virus de Epstein-Barr y fiebre Q.
  • Déficit del sistema inmune. Un sistema inmunitario débil también podría responder al origen del SFC. Sin embargo, es preciso señalar que habría que establecer con exactitud si la inmunodeficiencia es causa o consecuencia del síndrome de fatiga crónica.
  • Algunas personas con SFC también suelen presentar alteraciones hormonales.
  • Otras causas como el estrés físico/mental, factores genéticos o ambientales también podrían estar relacionados.

 

¿Cómo saber si tengo el síndrome de fatiga crónica?

En caso de sospecha, es crucial acudir al especialista para que valore la situación. Los principales síntomas están relacionados con el agotamiento físico y mental.

Debido a la complejidad del SFC, entidades como la OMS, han reconocido criterios únicos que favorezcan el diagnóstico del SFC. De estos criterios, el más conocido es el Criterio de Fukuda.

Para saber si se tiene síndrome de fatiga crónica, según los Criterios de Fukuda, se han de cumplir los siguientes condicionantes:

  • Duración: que los síntomas relacionados con el SFC se presenten mínimo durante 6 meses o de manera constante.
  • Que dichos síntomas no estén vinculados a cualquier otra causa.
  • La persona afectada por posible SFC no presente mejoría aún con el descanso.
  • Limitación social, laboral o personal.
  • Además, el paciente ha de presentar al menos 4 de los siguientes síntomas:
    1. Problemas de memoria.
    2. Dolor o inflamación de garganta como la faringitis.
    3. Molestias o dolor en las articulaciones.
    4. Dolor muscular.
    5. Jaquecas o migrañas.
    6. Dificultad para descansar adecuadamente.
    7. Molestias después de 24 horas de realizar esfuerzo físico.
    8. Inflamación de ganglios en la zona del cuello.
    En caso de confirmación del diagnóstico, la principal línea de abordaje se centra en minimizar el impacto de los síntomas.

 

Recuerda

  • El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad grave cuyo principal síntoma es la presencia de cansancio físico y mental durante al menos seis meses y sin causa aparente.
  • En nuestro país, el SFC podría afectar a casi 200.000 personas, de las cuales 9 de cada 10 desconocen que tienen este síndrome.
  • Al SFC se le considera una enfermedad compleja debido a la amplitud de síntomas y el desconocimiento de las causas que lo provocan.
  • Criterios diagnósticos como el criterio de Fukuda contribuye al diagnóstico del síndrome de fatiga crónica.
  • La fatiga puede ser síntoma de distintas enfermedades, como infecciones o trastornos psicológicos. En general, debes consultar con el medico si sientes fatiga persistente o excesiva.