Cómo tratar una hernia discal correctamente
Las vértebras que conforman la columna vertebral están acolchadas y separadas por unos discos redondos, similares a unas pequeñas almohadas, conocidos como discos intervertebrales. Cada uno de ellos cuenta con una capa exterior resistente o anillo que rodea a su núcleo. Una hernia discal se produce cuando parte del núcleo es expulsado fuera del anillo debido a una rotura. El disco presiona a los nervios espinales tras este desplazamiento, produciendo un dolor que puede llegar a ser intenso.
Los discos que se hernian generalmente se encuentran en una etapa temprana de degeneración. Este proceso se produce generalmente en la zona lumbar, pero también puede ocurrir en la zona del cuello. Afortunadamente, existen numerosas opciones de tratamiento para poder paliar las molestias derivadas tras producirse el desgarro de los discos intervertebrales:
Tratamientos no quirúrgicos
El tratamiento inicial para una hernia discal no tiene por qué ser quirúrgico. Generalmente, el especialista suele recomendar al paciente que mantenga un nivel de actividad bajo durante unos días o semanas. Esto ayudará a disminuir la inflamación del nervio espinal afectado. Eso sí, no se recomienda el reposo en cama más allá de las horas de sueño habituales. El médico puede pautar también la ingesta de antiinflamatorios para ayudar con el dolor, entre otros tratamientos.
El especialista también puede recomendar al paciente acudir a fisioterapia. Entre los ejercicios que el médico rehabilitador puede recomendar se incluyen la tracción pélvica, estimulación muscular o simples ejercicios de estiramiento.
Cirugías: cuándo, cómo y cuál elegir
Un paciente puede ser considerado candidato para realizar una cirugía si:
- El dolor limita su actividad normal o perjudica a su calidad de vida.
- Se desarrollan patologías neurológicas derivadas, como debilidad o entumecimiento en las piernas.
- Hay un empeoramiento en las funciones del aparato digestivo o excretor.
- Existe dificultad motora, como por ejemplo al caminar.
- La medicación y la fisioterapia son ineficaces.
- El paciente goza de una salud razonablemente buena.
Los médicos analizarán todas las posibilidades quirúrgicas junto con los pacientes para consensuar el procedimiento adecuado. Como ocurre con cualquier cirugía, se debe tener en cuenta la edad del paciente, su salud general y otros factores determinantes.
- La laminectomía lumbar se realiza a través de una pequeña incisión sobre el área de la hernia discal. Una vez ejecutada, los músculos se desplazarán para que el cirujano pueda visualizar la parte posterior de las vértebras. A continuación se hará una pequeña abertura entre estas para acceder a la hernia discal y extraer el disco intervertebral.
- En la cirugía discal artificial se hace una incisión a través del abdomen para extraer y reemplazar el disco afectado. Sólo un pequeño porcentaje de pacientes son candidatos para la cirugía de disco artificial. Si hay degeneración que afecta a más de un disco o dolor importante en las piernas, el paciente no es candidato para esta cirugía.
- Existen centros médicos punteros, como el hospital HLA San Carlos, que realizan una nueva técnica para tratar las hernias discales mediante endoscopia, la técnica quirúrgica más avanzada que existe actualmente. Consiste en la introducción de una cámara en el interior de la columna vertebral para realizar una incisión que separa la musculatura y no la secciona, con lo que se evitan sangrados y dolores innecesarios. Está indicada para el tratamiento de cualquier tipo de hernia discal y, al ser una técnica mínimamente invasiva, permite a los pacientes caminar a las pocas horas de terminar la intervención y ser dados de alta ese mismo día. La endoscopia de columna favorece la reducción del dolor en un menor tiempo sin los inconvenientes de una cirugía tradicional.
Finalmente, el médico ayudará a determinar cuándo el paciente puede reanudar sus actividades cotidianas con normalidad, aunque las molestias podrían continuar un tiempo tras la operación.
Recuerda:
- Una hernia discal se produce cuando parte del disco intervertebral se desplaza debido a una rotura.
- Su tratamiento no suele ser quirúrgico dado que lo más probable es que no haya ninguna necesidad de operarse.
- La endoscopia de columna favorece la reducción del dolor en un menor tiempo sin los inconvenientes de la cirugía tradicional.
Traumatología