El abuso sexual infantil, una realidad que debemos aprender a detectar

El abuso sexual infantil, una realidad que debemos aprender a detectar

El poemario “Obvio” puede descargarse gratuitamente a través de este enlace.

La mayor parte de las personas que han sufrido abuso sexual durante su infancia lo comunican siendo ya adultos. Esto impide abordar el problema a tiempo, por lo que, cuando los abusos salen a la luz, las víctimas ya presentan secuelas de algún tipo.

Obvio es un poemario que intenta reflejar una realidad que en muchas ocasiones está tapada. En Europa un 20% de los niños han sufrido abusos sexuales. Estas cifras son la punta del iceberg, ya que solo reflejan los casosdenunciados.

En ocasiones, el  niño puede estar transmitiéndonos que está siendo víctima de un abuso, pero no sabe cómo comunicarlo de forma clara, porque no tiene el mismo lenguaje que un adulto.

¿Cómo identificar que un niño está sufriendo abusos?

En la mayoría de los casos la persona que abusa pertenece al entorno familiar o muy cercano. Por tanto, es  importante  fijarnos en determinadas señales:

  • Una de las principales señales de aviso puede ser psicosomática, es decir, a través de algún tipo de manifestación en su cuerpo. En ocasiones se genera lo que se denomina un trastorno conversivo. El niño manifiesta frecuentemente que  le duele la cabeza, la tripa o  aparecen vómitos
  • Otro tipo de señales  pueden ser un lenguage sexualizado, que el niño se frote excesivamente sus genitales cuando se está duchando, o  la forma de comunicarse con los adultos.

¿Qué repercusiones psicológicas y sociales puede tener en la etapa adulta el abuso sexual infantil?

Entre las principales consecuencias que puede generar el abuso sexual en un niño es el desarrollo de un trastorno de estrés post traumático (TEPT). Además, son comunes los trastornos de la conducta alimenticia y los, trastornos disociativos, que se presentan en la mayoría de los casos. Este último se genera como defensa para poder seguir teniendo relación con la figura abusadora, y provoca que el niño se desconecte de la realidad, llegando a generar una amnesia disociativa (olvido inconsciente de lo ocurrido).

Asimismo, el abuso sexual en un niño también puede dejar secuelas relacionadas con:

  • La salud reproductiva de las víctimas: embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual, traumatismo ginecológico, etc.
  • La salud mental: trastornos, depresión, ansiedad, tendencias suicidas.
  • Trastornos conductuales: adicciones, relaciones sexuales sin protección o mayor riesgo de ejercer violencia sexual posteriormente.
  • Secuelas mortales: suicidio, complicaciones derivadas de ITS, entre otros.

 

Recuerda:

  • En la mayoría de los casos la persona que abusa está en el entorno familiar o muy cercano.
  • Una de las principales formas de conocer lo que le puede estar pasando a un niño son las manifestaciones somáticas. Estas deben ser evaluadas por un profesional.
  • Entre las secuelas que puede generar el abuso sexual infantil están aquellas relacionadas con la salud reproductiva, la salud mental, trastornos conductuales o incluso suicidio.