Embarazo psicológico: qué es, síntomas y tratamiento
Aunque popularmente es más conocido el embarazo psicológico en animales, también se puede producir en personas. Ya en el siglo 300 a.C., Hipócrates, considerado el padre de la medicina, describió los primeros casos de embarazos psicológicos en personas. La que fuera reina de Inglaterra entre 1553 y 1558, María Tudor, es uno de los rostros más conocidos que podría haber experimentado un embarazo psicológico.
¿Qué es el embarazo psicológico?
El embarazo psicológico es la situación que se produce cuando una mujer cree estar embarazada sin estarlo, llegando incluso a experimentar los síntomas propios de un embarazo. Según la Dra. Encarnación Martínez Robledo, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital HLA La Vega, “el embarazo psicológico, por definición, tiene que cumplir dos características principalmente:
- Una mujer no embarazada cree firmemente que está embarazada.
- Las mujeres con embarazo psicológico tienen síntomas y signos objetivos de embarazo.”
Además de embarazos psicológicos, también se suelen utilizar otros términos para referirse a esta situación como son embarazos fantasmas, pseudociesis, síndrome de Rapunzel, embarazo imaginario o embarazo utópico.
El motivo por el cual se produce un embarazo psicológico es muy complejo. Aunque se producen cambios físicos, lo que realmente expresa es un conflicto psicológico. “Las causas de esta situación en humanos son totalmente psicológicas. En la gran mayoría de los casos existe un factor de presión sobre la mujer”, afirma la Dra. Amor Fernández, F.E.A Obstetricia y Ginecología del Hospital HLA Mediterráneo.
Tanto la Dra. Martínez como la Dra. Fernández coinciden al enumerar sus causas:
- Temor de quedarse embarazada después de una relación sexual sin protección.
- El deseo de retener, complacer o ajustarse a las expectativas de la pareja.
- Soledad, depresión o baja autoestima.
- Presión social o familiar.
- Haber sufrido abusos durante la infancia.
- Ansiedad o altos niveles de estrés.
- Esterilidad.
- Haber experimentado abortos.
- Sufrir algún tipo de fobia social.
- Factor socioeconómico. Los embarazos psicológicos son más frecuentes en países subdesarrollados.
¿Son habituales los embarazos psicológicos?
El embarazo psicológico es infrecuente en la actualidad. Antiguamente eran más frecuentes, pero su prevalencia actualmente está disminuyendo. Las técnicas de seguimiento de embarazo actuales permiten detectar de manera temprana que se está ante un caso de embarazo psicológico. “A día de hoy, estamos en disposición de hacer análisis de embarazo y ecografías donde podemos darnos cuenta enseguida que la persona no está embarazada”, explica la Dra. Martínez. En relación a su prevalencia, se estima que se produce entre 1 y 6 casos de embarazo psicológico por cada 22.000 embarazos.
Las mujeres que tienen un embarazo imaginario presentan los mismos síntomas que aquellas con un embarazo real. “Incluso hay casos en los que la ansiedad provoca cambios en el sistema neuroendocrino y, por eso, las pruebas de embarazo dan resultado positivo sin que haya gestación”, afirma la Dra. Fernández.
Aunque los síntomas varían de una mujer a otra, los más habituales son:
- Crecimiento abdominal.
- Cambios en la postura. Las mujeres con embarazo psicológico suelen experimentar hiperlordosis lumbar, es decir, aumento de la curvatura lumbar.
- Alteraciones en la menstruación. Tanto irregularidad en la menstruación como ausencia del periodo (amenorrea).
- Sensación de movimiento fetal. Actualmente se manejan dos teorías que podrían explicar la aparición de este síntoma:
- Contracciones de la musculatura abdominal.
- Espasmos o movimientos de los propios intestinos.
- Síntomas gastrointestinales como las náuseas.
- Los cambios en el pecho que se experimentan son idénticos a los de un embarazo: aumentan, mayor sensibilidad, cambian de color e incluso pueden llegar a segregar leche.
- Dolor de parto o ponerse de parto en la fecha prevista.
- Aumento del tamaño del útero y del cérvix.
Tratamiento recomendado para el embarazo psicológico
El embarazo psicológico es un trastorno heterogéneo. Por este motivo, su tratamiento variará en función de la causa que lo provoque y de los síntomas que se presenten. Al estar los embarazos utópicos relacionados principalmente con trastornos psicológicos, el tratamiento más habitual es la psicoterapia. “En aquellos casos que el embarazo psicológico se produzca por depresión, será necesario tratar la depresión. En cambio, si la causa es psicosis, el tratamiento se enfocaría en su abordaje”, explica la Dra. Martínez.
La Dra. Fernandez añade, por su parte, que “una mujer con embarazo psicológico necesita comprensión y apoyo. El problema en sí no es el embarazo, sino lo que hay detrás”. En estos casos, es preciso tener en cuenta que los embarazos psicológicos suelen ser un mecanismo de protección ante otra realidad que le resulta extremadamente dolorosa e inabordable.
Los embarazos psicológicos deben ser tratados por un profesional de la salud mental. Independientemente del tratamiento que se aplique, el objetivo principal es que la mujer logre reconocer el conflicto que desata esta condición. A través de un proceso terapéutico adecuado se consigue el desarrollo de herramientas psicológicas que le permitan superarlo.
Recuerda:
- El embarazo psicológico se produce cuando una mujer que no está embarazada cree firmemente que lo está, llegando a presentar síntomas.
- La prevalencia de los embarazos utópicos ha ido disminuyendo debido a las pruebas diagnósticas que se realizan para confirmar el embarazo.
- Las causas del embarazo psicológico en personas se deben principalmente a factores psicológicos.
- El tratamiento varía en función de los síntomas y causa que lo origine.