La nutrición en pacientes con cuidados paliativos
La Organización Mundial de la Salud define los cuidados paliativos como “un enfoque que mejora la calidad de aquellos pacientes que, junto a sus familias, se enfrentan a determinados problemas vinculados a enfermedades mortales, a través de la prevención y el alivio del sufrimiento”. Dentro de esta definición cabe, lógicamente, una parte fundamental del proceso hospitalario: la correcta nutrición de aquellos pacientes que estén ingresados en cuidados paliativos.
Aliviar el dolor físico y la carga mental de estos pacientes no es tarea sencilla. Requiere de un enfoque multidisciplinar en el que estén incluidos distintos especialistas médicos. Entre ellos encontramos a los nutricionistas clínicos.
La tarea del nutricionista clínico en cuidados paliativos
Estos profesionales no solamente deberán adaptar los menús diarios de los pacientes en relación con sus enfermedades, sino que tendrán que monitorizar diariamente los problemas derivados de las mismas y efectuar modificaciones en función de las circunstancias. Como parte de sus tareas, los nutricionistas clínicos deben de seguir una serie de pautas generales:
- Proporcionar una dieta nutricionalmente equilibrada y variada.
- Prevenir o tratar la malnutrición mediante métodos consensuados con el paciente. Evitar la ingesta de alimentos debido al malestar emocional solamente puede provocar más daño y sufrimiento.
- Mantener una rutina mediante las comidas diarias para proporcionar al paciente una sensación de cotidianidad.
Existen varios problemas físicos que pueden afectar a este tipo de pacientes. Por ejemplo, la malabsorción nutricional, los problemas gastrointestinales, la disfagia o el dolor general. Pero también se producen problemas a nivel emocional. La ansiedad o depresión derivadas de la situación personal, así como la angustia por parte de los seres queridos debido al inminente fallecimiento, pueden afectar a la salud nutricional de los pacientes.
Recomendaciones para la nutrición en cuidados paliativos
En general, los consejos dietéticos generales en cuidados paliativos incluyen las siguientes recomendaciones:
- Fraccionar las comidas en 6 u 8 tomas por día.
- Modificar la textura y consistencia de los alimentos si fuese preciso.
- Aumentar la densidad energética de la dieta, para evitar malnutrición.
- Ingerir alimentos templados o a temperatura ambiente.
- Evitar las carnes rojas y los productos ultraprocesados.
- Comer en un ambiente tranquilo y relajado, sin distracciones.
- Valorar el uso de suplementos nutricionales energético-protéicos, si fuese necesario.
Por último, es importante recordar que es posible que se observen cambios en los gustos personales de cada paciente. Esto se debe, fundamentalmente, a una reducción del sentido del olfato, lo que contribuye a la falta de apetito y, por consecuencia, al adelgazamiento progresivo.
Recuerda:
- Los cuidados en enfermos paliativos deben coordinarse entre numerosos especialistas médicos, entre ellos, el nutricionista clínico.
- La ansiedad o depresión derivadas de la situación del paciente pueden afectar a su salud nutricional.
- Los cambios en el apetito y el gusto pueden ser consecuencia de los tratamientos recibidos.
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