aparato digestivo

Las dolencias más prevalentes en el aparato digestivo de los niños

El aparato digestivo es el encargado de transformar los alimentos para que puedan ser absorbidos y utilizados por nuestro cuerpo, pero además tiene funciones de regulación hormonal y de defensa. Cuando nacemos, este sistema es inmaduro y alcanzará su madurez en los primeros 5 años de vida. Un buen funcionamiento del sistema digestivo está condicionado por la genética, pero también por una nutrición óptima desde la concepción hasta los 2 años de vida.

Los problemas gastrointestinales son los motivos de consulta más frecuentes en pediatría y, dependiendo de la edad del niño, son distintas las dolencias que conllevan una mayor preocupación para los progenitores.

 

¿Cuáles son los síntomas que más preocupan a los padres?

Durante los primeros meses de vida, cuando el niño es lactante, los síntomas que generan mayor preocupación son las regurgitaciones, los cólicos y el estreñimiento, mientras que para un niño con más edad las consultas más frecuentes son el dolor abdominal y el estreñimiento.

Las regurgitaciones y vómitos

Se trata de la consulta más habitual junto con el inicio de los cólicos. En ambos casos es preciso realizar una exploración detallada que descarte un problema orgánico subyacente, así como ofrecer a los padres unas pautas de manejo adecuadas y explicar las señales de alarma que deben vigilar en la evolución del niño: pérdida de peso, llanto con la toma, rechazo de la alimentación, etc.

Los cólicos

Son episodios de llanto, queja o irritabilidad sin causa aparente, recurrentes, que se inician a partir de la segunda semana de vida. Suelen ser por la tarde o noche, duran desde minutos a horas y mejoran de manera espontánea en torno a los 5 meses de edad. El niño suele encogerse doblando las piernas y apretando los puños.

No existe tratamiento para los cólicos. En primer lugar se deben satisfacer las necesidades del bebé: cambio de pañal, hambre, frío, calor, tomarlo en brazos para reconfortarlo. Pueden mejorar con un cambio de postura, boca abajo siempre bajo vigilancia, dando un paseo con traqueteo, un baño templado, un masaje suave en el abdomen, etc.

El estreñimiento

A partir de los 6 meses de vida, el estreñimiento asociado al inicio de la alimentación complementaria es quizá el motivo de consulta más frecuente en esta edad. Ofrecer agua, alimentos ricos en fibra y cereales integrales podrían ayudar a prevenirlo.

En el estreñimiento del niño mayor influyen otros factores aparte de la alimentación, como son factores conductuales, adquisición de malos hábitos, temor al dolor asociado a la deposición, etc.

Dolor abdominal

Afortunadamente, en la mayoría de los casos, estos síntomas no son secundarios una enfermedad orgánica. Los síntomas gastrointestinales forman parte, con mucha frecuencia, de los “trastornos funcionales gastrointestinales” que no se explican por anomalías estructurales o bioquímicas. Sin embargo, en ocasiones su persistencia y frecuencia pueden interferir de forma importante en la calidad de vida del niño. Es primordial una buena valoración y exploración física, una valoración nutricional e indagar en los hábitos alimentarios, puesto que pequeñas modificaciones pueden mejorar, e incluso, hacer desaparecer el dolor.

 

¿Cómo influye la educación alimentaria en el desarrollo del aparato digestivo de los niños?

Una alimentación saludable desde la cuna será esencial para el desarrollo del niño en general y para el del aparato digestivo en particular. Las recomendaciones generales en este sentido son:

  • Lactancia materna. Ayudará al desarrollo del niño aportándole múltiples beneficios especialmente al aparato digestivo puesto que será la que mejor tolere, evitará problemas como el estreñimiento y favorecerá la creación de una óptima flora microbiana, que posteriormente influirá en la prevención de enfermedades.
  • Si fuera necesario alimentar con fórmula, se evitará cambiar a distintas formulaciones si no es preciso, algo que le indicará el pediatra.
  • No administrar bebidas vegetales en sustitución de la leche, infusiones y otras terapias sin haber consultado antes con el pediatra.
  • Iniciar la alimentación complementaria a los seis meses de edad manteniendo, en la medida de lo posible, la lactancia materna.
  • Con la implementación de la alimentación complementaria será esencial un equilibrado aporte de proteínas, hidratos de carbono y grasas saludables. El Plato de Harvard puede ser una buena guía.
  • El aporte de proteínas de origen vegetal (legumbres, por ejemplo).
  • Evitar el consumo de azúcar, alimentos ultraprocesados y priorizar el agua como bebida habitual puede prevenir la obesidad en el futuro.

 

Recuerda:

  • El ser humano nace con un aparato digestivo inmaduro que se va desarrollando a lo largo de los años.
  • Una alimentación saludable desde la concepción será esencial para una correcta maduración del sistema digestivo y la prevención de enfermedades en el futuro.
  • La sintomatología leve del aparato digestivo es la causa más frecuente en las consultas de pediatría.