Pericarditis: qué es, diagnóstico y tratamiento
La actriz Ana Milán, el futbolista Dani Carvajal o el compositor Chopin son algunos de los rostros conocidos que han sido diagnosticados de pericarditis. Ésta se produce cuando la membrana que rodea al corazón se inflama ocasionando dolor torácico.
¿Qué entendemos por pericarditis y por qué se produce?
Alrededor del corazón existe una membrana en forma de bolsa que recibe el nombre de pericardio. En su interior hay una pequeña cantidad de líquido que ejerce diversas funciones, como son la protección del corazón o facilitar su deslizamiento y libre movimiento dentro de la caja torácica. Esta membrana se puede inflamar por diversas causas, lo que recibe el nombre de pericarditis.
El signo más habitual de la pericarditis es la presencia de dolor torácico. Este suele caracterizarse por carácter punzante. No es un dolor constante, sino que varía y suele empeorar cuando se realizan movimientos respiratorios o la persona se tumba boca arriba. Cuando esta persona se incorpora, se puede percibir una menor molestia. Otros signos que también guardan relación con la pericarditis son la fiebre o el cansancio generalizado.
La inflamación del pericardio suele estar relacionada con procesos inflamatorios, autoinmunes o virus. La pericarditis aguda suele aparecer los días o semanas posteriores a una infección, habitualmente respiratoria o gastrointestinal.
¿Qué pruebas se realizan para el diagnóstico de la pericarditis?
Para confirmar un posible caso de pericarditis se realiza principalmente una exploración física, así como exploraciones complementarias. En pacientes con pericarditis, se suele producir un sonido cardíaco característico (roce pericárdico) cuando se lleva a cabo la auscultación. Sin embargo, este signo puede no aparecer en todos los casos.
Existen cuatro pruebas complementarias:
- El electrocardiograma.
- Los análisis de sangre que permiten conocer si hay reactantes de fase aguda en la sangre o detectar la presencia de un posible daño miocárdico
- La radiografía de tórax, por su parte, permite detectar alteraciones en el tamaño del corazón como la cardiomegalia.
- Otra de las pruebas que se llevan a cabo es el ecocardiograma doppler color para valorar la función sistólica del corazón, así como la presencia de derrame pericárdico.
Líneas de abordaje y principales retos
Aunque la pericarditis puede aparecer en cualquier momento de la vida, suele ser frecuente en adultos jóvenes, principalmente en hombres. En Europa, las diferentes estimaciones sitúan la prevalencia de esta inflamación en 1 a 10 casos al año por cada 100.000 habitantes.
El tratamiento de la pericarditis aguda se suele asentar en dos pilares:
- Por un lado, la toma de antiinflamatorios.
- Por otro lado, se suele recomendar al paciente reposo, al menos durante dos semanas.
En ciertos casos, transcurrido este periodo de tiempo, los síntomas se pueden mantener por lo que es necesario recurrir al uso de otros tratamientos como la colchicina, corticoides e inmunomoduladores (o inmunosupresores).
Si la pericarditis persiste, puede evolucionar a pericarditis incesante, recurrente o incluso crónica. En ocasiones muy contadas, el tratamiento puede no funcionar y la pericarditis, cronificarse. Es algo que ocurre excepcionalmente y se suele recurrir a un procedimiento quirúrgico llamado pericardiectomía.
En cuanto a la gravedad de la enfermedad, posee un pronóstico favorable en la mayoría de los casos. Sin embargo, el hecho de haber desarrollado pericarditis aguda una vez, en cierto modo, predispone a volver a tenerla más adelante.
Los principales retos para el futuro de la enfermedad son:
- Ahondar más en la fisiopatología, las causas y factores de riesgo que provocan de la pericarditis recurrente.
- Descubrir tratamientos nuevos e individualizados para la pericarditis recurrente refractaria.
Recuerda
- La pericarditis se produce cuando el pericardio, membrana que rodea al corazón, se inflama ocasionando dolor torácico y en algunos casos fiebre o cansancio.
- En caso de sospecha se suele recurrir a una exploración física o pruebas complementarias como el electrocardiograma o análisis sanguíneo.
- La principal línea de abordaje se centra en antiinflamatorios y reposo.
- Suele afectar a adultos jóvenes, principalmente hombres.
Cardiología