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Pubalgia: Qué es, síntomas, tratamiento y prevención

Cuando hablamos de los síntomas de la pubalgia nos referimos a una serie de dolencias que se producen en la zona de la pelvis o pubis y afecta a la musculatura de la ingle. También conocido con el nombre de hernia del deportista, osteítis púbica o dolor de ingle, los principales síntomas de la pubalgia son la presencia de un dolor localizado en la ingle, cerca de región púbica. Actualmente su tratamiento cuenta con varias opciones.

 

Por qué se produce la pubalgia: incidencia

La pubalgia se produce principalmente por la realización de gestos repetitivos ejecutados de forma intensa o por giros o movimientos bruscos. Principalmente en deportistas que realizan un entrenamiento intenso del tren inferior (sobre todo musculatura adductora del muslo) y no fortalecen adecuadamente la musculatura abdominal, siendo esta descompensación muscular el origen de la dolencia. Principalmente afecta a atletas y deportistas independientemente de su categoría, aunque es más frecuente en el deporte de élite.

Según diversas estimaciones, las personas que practican de forma habitual y profesional el fútbol son mas proclives a presentar este tipo de lesiones. Aproximadamente un 5% de las lesiones de esta modalidad deportiva se podrían deber a la pubalgia. Además del fútbol, también es habitual en el baloncesto, el atletismo, rugby o actividades deportivas que se basan en levantamiento de peso.

El tipo de modalidad deportiva podría explicar el hecho de que sea más común en hombres que en mujeres. Principalmente, porque los hombres son más propensos a la práctica de deportes considerados de riesgo en este tipo de lesión.

 

Síntomas de la pubalgia

El principal signo que nos puede alertar de una posible pubalgia es la presencia de dolor localizado en la parte de la ingle, pubis o en la zona inferior del abdomen. Este puede llegar a durar hasta 8 semanas. También, es común la sensación puntual de que este dolor se propaga hacia zonas como los aductores, abdomen o arcos crurales.

En las primeras fases de la pubalgia, el dolor puede aparecer una vez se ha finalizado la actividad deportiva en cuestión. Por otro lado, si la pubalgia está algo más avanzada, el dolor puede aparecer durante la actividad deportiva o nada más iniciarla. En casos más extremos, el dolor es permanente limitando la movilidad y la realización de movimientos sencillos y habituales.

 

Causas y factores de riesgo de la pubalgia

Existen diversas razones que explican la presencia de la pubalgia. Su origen puede deberse a condicionantes físicos que pudieran estar interfiriendo en la postura de la persona. Entre las principales causas anatómicas encontramos debilidad muscular, acortamiento de los miembros inferiores, displasia de cadera o fractura de vértebras.

Otras causas podrían deberse a factores relacionados con la configuración del entrenamiento. Los principales motivos son el seguimiento de una técnica inadecuada, sobreesfuerzos, repeticiones de un mismo movimiento que se realiza de forma intensa, uso de un calzado no específico, deficiencias en el terreno donde se realiza la práctica deportiva, etc. y que termina condicionando una asimetría muscular entre las piernas y el abdomen, lo cual inestabiliza el pubis y origina las dolencias.

El embarazo también puede ser otras de sus causas. Durante el periodo de gestación también es posible que se pueda producir pubalgia debido a los cambios hormonales, el peso del bebe y a los cambios posturales.

Otros posibles motivos que podrían explicar su aparición están relacionados con la alimentación. Una dieta poco saludable y una hidratación escasa contribuyen a la aparición de pubalgia.

 

Diagnóstico y tratamiento en pubalgia

Si se experimentan signos como los anteriormente mencionados resulta imprescindible acudir a nuestro especialista médico. Un diagnóstico precoz es la clave de su abordaje, pues permite que recibamos el tratamiento a tiempo, garantizando su eficacia y evitando un empeoramiento de la lesión o sufrir dolor crónico.

La principales técnicas diagnósticas que se utilizan para confirmar o descartar la presencia de pubalgia son la exploración física, la radiografía o la resonancia magnética.

En relación a su abordaje, el tratamiento en pubalgia más habitual al inicio es reposo o descanso. Sin embargo, según la gravedad de la lesión también puede ser tratada mediante:

        1. Antiinflamatorios que ayudaran a bajar la inflamación y el dolor.
        2. Fisioterapia.
        3. Modificación de la actividad deportiva.
        4. Infiltración.
        5. En casos más graves, cirugía.

 

 

¿Es posible prevenir la pubalgia antes de la aparición de síntomas?

En este tipo de lesiones lo más importante es la prevención. Para ello, un buen calentamiento previo antes de realizar la actividad física nos evitará sobreesfuerzos o sobrecargas que puedan derivar en este tipo de complicaciones.

Otro punto importante es la configuración de un plan de entrenamiento que tengan como objetivo reforzar la musculatura (fundamentalmente toda la musculatura abdominal y del core), adaptarse a nuestra forma física y dosificar la intensidad del ejercicio.

 

Recuerda que:

  • Los principales síntomas de la pubalgia consisten en la presencia de un dolor localizado en la parte de la ingle, pubis o en la zona inferior del abdomen.
  • Aproximadamente un 5% de las lesiones que se producen en el futbol se podrían deber a la pubalgia.
  • Principalmente se origina por causas anatómicas y configuración del entrenamiento, aunque también es posible que aparezca en mujeres durante el embarazo.
  • El tratamiento de la pubalgia depende de la gravedad de la lesión, aunque por lo general se suele recomendar reposo, y acudir a tu especialista.