¿Puede afectar el estrés a la salud reproductiva?

El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibe como desafiantes. Sin embargo, cuando se vuelve crónico, puede tener efectos significativos en la salud, incluyendo la salud reproductiva. Y es que, aunque el estrés no es una causa directa de infertilidad, puede dificultar el embarazo.

Así influye el estrés en la salud reproductiva

Para entender cómo afecta el estrés a la salud reproductiva, es importante tener en cuenta que este se manifiesta en nuestro cuerpo a través de la hormona cortisol. En este sentido, los niveles altos de cortisol pueden alterar el equilibrio hormonal de nuestro cuerpo, incluyendo las hormonas sexuales.

En las mujeres, es fundamental que los niveles de estrógeno y progesterona sean los adecuados para lograr el embarazo. Sin embargo, el estrés crónico puede interferir en el funcionamiento del hipotálamo, la glándula del cerebro que regula las hormonas responsables de la ovulación. Esto puede resultar en ciclos menstruales irregulares o en la ausencia total de ovulación. De hecho, las mujeres con altos niveles de estrés pueden ovular hasta un 20% menos, y la posibilidad de que sus óvulos sean fecundados puede disminuir en un 30%.

En los hombres, el estrés también puede tener un impacto considerable en la salud reproductiva, pues puede reducir tanto la cantidad como la calidad del esperma. Esto se traduce en un menor volumen de semen, menor concentración de espermatozoides y una reducción en su motilidad.

Soluciones para reducir el impacto del estrés en la fertilidad

Dada la asociación entre el estrés y la salud reproductiva, es fundamental abordar esta situación desde distintas perspectivas. Estas son 3 soluciones que pueden ayudar en el proceso de concepción:

1. Técnicas de relajación y manejo del estrés: incorporar prácticas de manejo del estrés puede ser crucial para mejorar las probabilidades de concepción. Algunas técnicas recomendadas incluyen la meditación y el mindfulness, la terapia cognitivo-conductual o la respiración profunda. También puede ser muy útil la práctica de ejercicio regular.
2. Reproducción asistida: en situaciones donde el estrés, combinado con otros factores, dificulta la concepción, los tratamientos de reproducción asistida como la inseminación artificial o la fecundación in vitro pueden ser opciones viables.
3. La importancia de los antecedentes: A la hora de buscar el embarazo, es muy importante conocer los antecedentes que tenga la paciente para aclarar su situación y darle un apoyo psicológico adecuado, como por el ejemplo el hecho de tener abortos de repetición o niños con alguna malformación. Para esas situaciones, es necesario una información previa para que la paciente pueda asumir con confianza la etapa de quedarse embarazada.

 

Además, dado el impacto emocional del estrés en la fertilidad, es fundamental contar con apoyo psicológico. Muchas parejas enfrentan un desgaste emocional considerable al intentar concebir, especialmente cuando recurren a tratamientos de fertilidad. El apoyo psicológico puede ayudar a manejar el estrés asociado con la infertilidad y los tratamientos, así como abordar problemas específicos como el duelo genético cuando se recurre a donantes.

Recuerda:

• El estrés crónico puede alterar el equilibrio hormonal, dificultando la ovulación en mujeres y reduciendo la calidad del esperma en hombres.
• Aunque el estrés no causa infertilidad directamente, puede complicar el embarazo al afectar la salud reproductiva.
• Técnicas de manejo del estrés y tratamientos de reproducción asistida son opciones viables para mejorar las posibilidades de concepción.