¿Qué es el hipospadias y cómo puede tratarse?
El hipospadias es una anomalía congénita que afecta al desarrollo del pene. Consiste en que la abertura de la uretra se encuentra en la parte ventral del órgano, en lugar de en la punta.
Aunque el hipospadias sea poco conocido, se trata de una condición relativamente común: afecta a aproximadamente uno de cada 125 nacimientos masculinos.
Causas y síntomas del hipospadias
Las causas del hipospadias todavía no están del todo claras. Pese a ello, se conocen algunos de los factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de que un bebé lo desarrolle. Por ejemplo, la presencia de ciertas variaciones genéticas o la exposición a disruptores endocrinos durante el embarazo. En cuanto a los síntomas de esta condición, estos son los 4 principales:
- Abertura de la uretra fuera de la punta del pene: en lugar de estar en la punta del pene, la abertura de la uretra se encuentra en la parte ventral. Se trata del signo más claro de hipospadias.
- Encordamiento: el pene puede presentar una curvatura hacia abajo, lo que se conoce como incurvación ventral.
- Aspecto “encapuchado”: debido a que la parte ventral del pene puede estar expuesta y la parte superior cubierta por el prepucio, este puede tener un aspecto “capuchón dorsal”.
- Rociado anormal de la orina: la posición anómala de la abertura uretral puede provocar que la orina salga en un patrón de rociado irregular en lugar de un flujo normal, haciendo que el chorro se dirija hacia las rodillas o los pies del paciente.
Estos síntomas pueden variar en gravedad dependiendo del tipo y la extensión del hipospadias (el hipospadias es un “espectro” y como tal va de casos menos graves a más severos, que a veces son susceptibles de más de una cirugía para conseguir los resultados deseados), pero son comunes en los casos de esta condición congénita. Si un niño presenta estos síntomas, es importante buscar atención médica para una evaluación y tratamiento adecuados.
¿Cómo se trata el hipospadias?
El tratamiento del hipospadias es quirúrgico. Es muy importante tener un urólogo pediátrico (hipospadiólogo) con experiencia en la patología para obtener buenos resultados. Dado que se han producido importantes avances en este campo, existen distintos tipos de cirugía que se seleccionan en función de la ubicación y la gravedad del hipospadias. Estos son algunos de los tipos de cirugía que se emplean:
- Uretroplastia: se realiza para reconstruir la uretra y reposicionar la abertura uretral. Dependiendo de la ubicación exacta del hipospadias, se pueden utilizar diferentes técnicas para crear una nueva uretra y cerrar el defecto.
- Ortoplastia: se utiliza para corregir el encorvamiento.
- Glanuloplastia: se centra en remodelar el glande para darle una apariencia más funcional. Se suele realizar para mejorar la estética y para asegurar que el glande sea capaz de cubrir adecuadamente la nueva abertura uretral.
- Escrotoplastia: en casos donde hay anomalías en el escroto, la escrotoplastia permite mejorar la apariencia del área genital.
Es importante tener en cuenta que, después de la cirugía, se produzca un seguimiento médico regular para evaluar la cicatrización y detectar posibles complicaciones, como fistulas uretrales o estenosis uretral.
El hospital HLA Universitario El Ángel de Málaga cuenta con profesionales especializados en este tipo de intervenciones urológico-pediátricas. El centro acogió primera vez la vigésima edición del Curso Internacional Práctico Hipospadias – Uretra y Genitales, convocado por la Escuela de Urología Pediátrica y Fetal del Colegio de Médicos de Málaga. Durante el curso, los facultativos asistentes pudieron observar una operación en directo a través de un moderno sistema de streaming quirúrgico.
Recuerda:
- El hipospadias es una anomalía congénita en la que la abertura de la uretra se encuentra en la parte inferior del pene en lugar de en la punta.
- Sus síntomas incluyen una abertura uretral anormal, curvatura descendente del pene, un aspecto “encapuchado” y el rociado irregular de la orina.
- El tratamiento del hipospadias es quirúrgico y requiere de un exhaustivo seguimiento médico regular tras la operación hasta que el niño llegue a la pubertad. Por eso se recomienda el manejo de esta patología por personal con experiencia.
Urología Pediátrica