Someternos a una resonancia magnética
Una resonancia magnética es una prueba que se utiliza para detectar lesiones o irregularidades en los tejidos musculares y partes blandas a través de imágenes extraídas por medio de ondas de radio e imanes. Para las anomalías a nivel óseo se suele utilizar fundamentalmente la radiografía y el TC con radiación ionizante, de la que carece la resonancia.
La prueba se realiza en zonas donde hay sospecha de que pueda haber un tejido dañado.
El hecho de que las resonancias magnéticas funcionen con ondas electromagnéticas implica que se deba tener mucho cuidado y asegurarse de que no se posee ningún implante metálico, como tornillos, placas, marcapasos antes de someterse a una prueba, ya que la fuerza magnética podría causar quemaduras en los tejidos adyacentes y el desplazamiento de dichos implantes, además de dañar los mecanismos del tamógrafo.
Algunos tipos de prueba por resonancia magnética son:
- Abdominal
- Pélvica/ prostática
- Cervical
- Dorsal
- Lumbar
- Torácica
- Cerebral
- Maxilofacial
- Cardíaca
- Partes blandas (para estudiar lesiones tumorales)
- Angiografía por resonancia magnética
- Venografía por resonancia magnética
¿En qué consiste esta prueba?
El paciente se somete a esta prueba introduciéndose en una cavidad semicerrada que puede causar claustrofobia.
A pesar de esta sensación, el paciente no debe preocuparse de nada, ya que es una prueba indolora y está supervisada en todo momento por el técnico y el médico que la realizan.
La duración de la prueba suele oscilar entre 10 y 45 minutos, dependiendo del tipo de exploración.
Es conveniente preguntar la duración estimada de la prueba antes de acudir, ya que de lo contrario podría hacerse más larga de lo esperado y provocar angustia adicional.
Durante la prueba, el aparato produce unos sonidos bastante altos que suelen resultar molestos, aunque para mitigar este inconveniente se proporcionan cascos de insonorización.
Como se ha comentado, es importante informar al técnico que realiza la prueba si se tiene algún tipo de implante metálico y no portar objetos metálicos como pendientes, piercings, o maquillajes con bases de metales pesados, ya que estos producen manchas en la imagen, lo que dificulta su correcta valoración.
Tampoco se permite introducir dispositivos electrónicos en la sala de resonancia ni otros objetos metálicos entre las pertenencias.
Como medida de precaución, el paciente ha de rellenar un formulario.
¿Cómo prepararse para una resonancia?
Como para cualquier prueba diagnóstica es importante es prepararse bien.
Algunas de las medidas de preparación para una resonancia magnética son:
- Beber agua y llegar hidratado.
- Comer bien antes de la prueba, salvo que se le indique ayuno para una prueba con contraste. Ante la duda, consúltelo en su centro previamente.
- Utilizar ropa cómoda.
- Intentar estar lo más relajado posible (si fuera necesario y ninguna prescripción médica se lo impide, podría tomar algún ansiolítico suave antes de la prueba).
- Haber ido al baño antes de entrar a la prueba.
- Antes de comenzar la prueba, no olvide informar a su médico y al técnico de cualquier tipo de alergia a medicamentos y medios de contraste.
Recuerda:
- La resonancia magnética nuclear es un examen a través de imágenes.
- Se utiliza principalmente para detectar anomalías en partes blandas y estructuras óseas.
- Es importante llegar bien informado y lo más relajado posible.