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Quistes de Tarlov: qué son, diagnóstico y tratamiento

Los quistes de Tarlov son pequeñas masas que se forman entre las dos capas más internas de las meninges en la columna vertebral y que contienen líquido cefalorraquídeo. Por lo general, son asintomáticos. Su diagnostico suele producirse de forma casual, normalmente en busca de la causa de un dolor ocasional.

El quiste debe su nombre al doctor Isadore Tarlov, que en 1938 describió el primer quiste sacro. Aparece con más frecuencia en la parte baja de la espalda (la zona sacra y lumbar). Pero también es posible que se sitúen en lugares más altos de la columna vertebral.

A los quistes de Tarlov se les conoce también como quistes perineuronales, perirradiculares o aracnoideos. Se estima que entre un 5% y un 13% de la población adulta tienen quistes de Tarlov, siendo más frecuentes en mujeres.

 

¿Por qué se producen los quistes de Tarlov?

Hoy en día se desconoce con exactitud de los motivos principales que desencadenan los quistes de Tarlov. Entre las posibles causas que se contemplan están:

  • Traumatismo
  • Sangrado
  • Inflamación de los nervios circundantes
  • Origen genético

El quiste de Tarlov se desarrolla por el aumento de la presión del líquido cefalorraquídeo en una zona concreta de la espalda, que se une a un fenómeno valvular anómalo que hace que entre, pero no salga, el líquido en el interior del quiste.

 

Síntomas de los quistes de Tarlov

Por lo general, el quiste de Tarlov es asintomático pero existen algunos casos en los que el quiste causa dolor que nos muestra la posible presencia de este bulto.

El dolor comienza habitualmente en la raíz del nervio sobre el que se sitúa el quiste y, después por alteraciones en los órganos y en las funciones que lo controlan. Por ello, el dolor suele ser lumbar o ciático.

También suelen provocar hormigueos en las piernas, dolor o incomodidad en la zona pélvica o perineal, falta de fuerza en las piernas, disfunción sexual, urinaria o defecadora y dolor de cabeza cuando el paciente se levanta.

El quiste de Tarlov, sin un tratamiento adecuado, puede provocar cambios irreversibles en la calidad de vida del paciente así como derivar en una incapacidad profesional parcial o completa.

 

Tratamiento de los quistes de Tarlov

Al tener una prevalencia pequeña, el tratamiento es controvertido por la falta de casos suficientes como para realizar un protocolo completo de tratamiento.

Las principales líneas terapéuticas se sitúan en:

  • Tratar el dolor con fármacos y rehabilitación. Tratamiento conservador y a la vez el más común. Técnicas de estiramientos.
  • Inyecciones perineuronales de esteroides para aliviar el dolor.
  • Realizar una epiduroscopia para descomprimir los quistes y evitar así el dolor.
  • Microcirugía para insertar sistemas que drenen el quiste.
  • Cirugía más invasiva.

Los médicos no suelen realizar la cirugía salvo en casos especialmente dolorosos ya que la misma se puede complicar con la aparición de hipotensión craneal (dolor de cabeza al sentarse o ponerse de pie) o de seudomeningoceles postoperatorios (acumulación de líquido raquídeo en puntos cercanos a la zona operada).

 

Recuerda

  • Los quistes de Tarlov son pequeñas masas de líquido cefalorraquídeo que se forman entre las meninges de la espalda, principalmente en la zona lumbar.
  • Suelen ser asintomáticos y su diagnostico suele ser causal por una exploración de imagen la espalda.
  • Cuando no son asintomáticos el dolor es lo que muestra la presencia de un quiste de Tarlov.
  • Existen tratamientos conservadores a través de fármacos y rehabilitación, aunque se puede utilizar la cirugía, pero los médicos no la recomiendan por posibles complicaciones posteriores.