¿Se puede mejorar la fatiga crónica a través de la nutrición?
La fatiga crónica, es un trastorno caracterizado por un cansancio extremo que no mejora con el descanso. Además de la fatiga, los pacientes pueden experimentar mareos y problemas de concentración y memoria. La causa exacta sigue siendo desconocida, aunque se sospecha que puede estar relacionada con infecciones virales o estrés psicológico.
La alimentación juega un papel crucial en la gestión de los síntomas de la fatiga crónica. Aunque no existe una cura definitiva, adoptar una dieta adecuada puede ayudar a minimizar el impacto de los síntomas.
Alimentos clave para personas con fatiga crónica
Estos son algunos de los alimentos que pueden ayudar a las personas con fatiga crónica a mejorar los síntomas asociados a su condición:
- Cereales integrales: los carbohidratos son esenciales para obtener energía. Consumir arroz integral, quinoa o avena puede ayudar a equilibrar el azúcar en sangre y proporcionar una fuente rica de vitaminas y minerales.
- Legumbres: las habas y las lentejas son una excelente fuente de proteínas, minerales y vitamina B, que son fundamentales para la producción de glóbulos rojos.
- Ciertas verduras: las verduras de hojas verdes y vegetales crucíferos (espinacas, col rizada, brócoli o coles de Bruselas) son ricas en vitaminas, antioxidantes y fibra. Todos ellos esenciales para mantener un sistema inmunológico fuerte y mejorar la salud intestinal.
- Nueces: este fruto seco es rico en ácidos grasos omega-3 antiinflamatorios. Estas moléculas promueven la salud cerebral y reducen el riesgo de enfermedades neurológicas. Los pistachos y las almendras también son fuente de antioxidantes, así como ayudan a regular el azúcar en sangre.
- Frutas del bosque: los arándanos, las moras y las fresas son ricas en vitamina C y antioxidantes. Además, tienen propiedades antiinflamatorias y aportan fibra.
Es importante destacar que cualquier cambio significativo en la dieta debe ser supervisado por un especialista en nutrición. Este profesional es el indicado para personalizar un plan alimenticio acorde a las necesidades individuales del paciente.
Otros hábitos útiles para combatir la fatiga crónica
Pese a que la alimentación juega un papel esencial en el cuidado de la salud de los pacientes con fatiga crónica, existen otros hábitos que pueden ser útiles para reducir el impacto de esta afección en el día a día. Son los siguientes:
- Mantener una buena hidratación: esto es esencial para facilitar la distribución de nutrientes y la ayuda de la eliminación de toxinas del cuerpo, indispensable para evitar la sensación de cansancio.
- Llevar un diario de alimentos: registrar los alimentos consumidos y los síntomas asociados puede ayudar a identificar patrones que afectan a la energía.
- No eliminar alimentos sin supervisión profesional: es fundamental consultar con un nutricionista antes de eliminar grupos de alimentos. De este modo, evitamos deficiencias nutricionales y carencias en la dieta.
- Comer porciones pequeñas con mayor frecuencia: este hábito puede ayudar a mantener los niveles de energía estables.
- Evitar alimentos irritantes: esto es, limitar el consumo de café y comida ultraprocesada. Estos alimentos pueden causar picos de energía seguidos de fatiga. Por ello, a menudo se aconseja optar por alternativas saludables como el té u otras infusiones.
Según diversos estudios, hay que recordar que la fatiga crónica afecta a entre el 0,3 y el 0,5% de la población, es decir, hasta 200.000 personas solo en España. Por ello, es recomendable un adecuado abordaje nutricional de esta afección para mejorar la calidad de vida de los pacientes que la padecen.
Recuerda:
- La fatiga crónica es un trastorno caracterizado por un cansancio extremo cuya causa se desconoce.
- Adoptar una dieta adecuada con alimentos como cereales integrales, legumbres, ciertas verduras, nueces y frutas del bosque puede ayudar a gestionar los síntomas.
- Mantener una buena hidratación y otros hábitos saludables también es esencial para reducir el impacto de la fatiga crónica en la calidad de vida.
Dietética y nutrición